Nuestro Amado Tequila.
- La Flaca CUU
- 1 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Ojalá todos pudieran disfrutar del inigualable sabor que nos deja, ojalá que todos lográramos probarlo y entender todo lo que hay detrás de él, lograr llegar a tener ese amor por este delicioso y potente elixir que calma toda pena. Siempre me había gustado el tequila, pero valla que Guadalajara me dejó con un gran amor hacia esta bebida. Les contaré poquito como comenzó mi obsesión por el tequila, en 2019 tuve la fortuna de viajar por primera vez a Guadalajara acompañada de mi novio y mientras caminábamos por sus calles, ademas de irme enamorando de ellas, nos encontramos con una persona que vendía tours hacia Tequila, y aunque ese nunca fue uno de nuestros planes, decidimos aventurarnos a conocer más de la belleza que compone Guadalajara, además, en su nombre venia T E Q U I L A, ¿como decirle que no a semejante manjar?.

Al día siguiente nos preparamos para salir, llegamos al Teatro Degollado y me maravillé, al parecer su belleza no solo resplandece cuando baja el sol, de día brilla igual o mejor que teniendo las luces artificiales que lo alumbran. No dejaba de fascinarme con todo lo que Guadalajara tenia para mostrarme, pero, aun me faltaba más por ver. Llegó la hora y los camiones junto con ella, nos comenzaron a dividir porque éramos bastantes personas y emprendimos el viaje.

Viajaríamos hasta una agavera en camión, pero al principio, íbamos todos en silencio, incomodo ya que entre ninguno nos conocíamos, bendito tequila que más tarde rompería el hielo hasta en personas de diferentes lugares del mundo. Al llegar, conocimos Tequila Tres Mujeres, un lugar hermoso en el que nos contaron su historia y nos llevaron por la Cava para así conocer el proceso artesanal que se realiza para conseguir ser uno de los mejores tequilas, terminando claro con una degustación de Tequilita.

Mientras llegamos a la degustación me di cuenta que esta experiencia sería única, teníamos frente a nosotros una hermosa vista agavera, beberíamos el tequila en el lugar en donde fue creado, y digo, he estado en diferentes bares o cantinas mexicanas, pero esto no tenia punto de comparación.
Comenzaron a explicarnos como se bebe el tequila junto con la oración inicial para que ya saben, no entre el demonio a media fiesta. Todo esto lo hacían también en ingles porque el tequila une fronteras pero no todos hablábamos español. Nos dieron 4 shots y después, comenzó la fiesta. Teníamos mariachi, botellas de tequila que contenían shots para todos y personas de diferentes lugares del mundo, como lo mencioné antes, algunas no hablaban español pero todos estábamos ahí por el conocido idioma del tequila y la fiesta.
El cuerpo comenzaba a relajarse y los hombros dejaban de tensarse, el tequila quemaba la garganta y un poco se sentía desde el estomago. Comenzamos a bailar, beber y disfrutar de lo que este elixir había unido, un montón de desconocidos disfrutando la cultura mexicana del mariachi y tequila, pero el día transcurría hasta que se llegó el momento de regresar y llegar al pueblo de Tequila, Jalisco. Un pueblo hermoso en donde claro, seguimos nuestra fiesta, pero de una forma tranquila, más personal y placentera, que nos permitió vivir la experiencia de forma única.

No les puedo explicar todo lo que sentí cuando vi a personas de diferentes lugares de México y del mundo unirse gracias al tequila, tampoco les puedo explicar lo orgullosa que me siento por ver a mexicanos creando cosas tan deliciosas como el tequila. No les puedo explicar con palabras lo plena que me sentí en un lugar lleno de amor por México, pero si les puedo compartir lo siguiente, siempre he creído que tenemos una cultura hermosa, que somos más los buenos que los malos, y conociendo diferentes lugares en México, este pensamiento lo he reafirmado. Nuestra vida como mexicanos esta llena de color, de amor por la patria y, aunque muchas veces lo digamos de forma despectiva, yo estoy orgullosa de tener un nopal en mi frente porque son mis raíces, es parte de mi, y es hermoso ver como personas de diferentes lugares del mundo disfrutan de nuestra cultura, es bonito ver que viajan hasta acá porque les mama México.
Definitivamente Guadalajara me dejó muchas cosas. Me dejó maravillada con su belleza, con la calidez de las personas que lo habitan y el amor que le ponen a todo lo que hacen. Me dejó un gran orgullo de ser mexicana, unas experiencias increíbles, pero sobre todo un gran amor y respeto por el tequila. Y al final de nuestro recorrido por Tequila lo entendí, cuando sentí una calidez relajada, cuando la conversación fluía fácilmente, al igual que la risa y las ocurrencias, cuando la música era correcta, audaz o llena de emoción, cuando nuestra experiencia se sentía completa, en ese pueblito de Jalisco, mientras bebía su delicioso tequila fue cuando me di cuenta, estaba enamorada.

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